Cuidarse: actuar deliberadamente y por propia iniciativa para restablecer y mantener la salud física, mental y emocional.
Aún si no enfrentas violencia física, los efectos de incidentes como el acoso en línea, violaciones a la privacidad y mensajes de texto abusivos pueden producir daños reales y quitarte energías. Quizás notes que te encuentras sola, agotada o deprimida. Esto también le sucede a las personas que trabajan con sobrevivientes o moderan contenidos.
Una de las mejores estrategias para lidiar con la violencia es hacer de los cuidados personales una prioridad. La violencia busca socavar tu confianza, tu sensación de bienestar y tu capacidad para ser una integrante activa y comprometida de la sociedad. Cuando cuidas de ti, ejerces una forma vital de resistencia, en la que retomas el control de tu vida y comienzas el proceso de sanación. Más aún, debido a que las mujeres han sido condicionadas desde pequeñas para cuidar a otras personas, cuidar de ti misma es una acción feminista.
“Cuidarme no es autoindulgencia, es autopreservación, y eso es un acto de guerra política”.
-- Audre Lorde
El proceso de cuidado es único para cada persona. Abajo encontrarás algunas ideas para que empieces a desarrollar tu propio plan. Quizás lo más conveniente es arrancar con un par de ideas y luego, con el tiempo, añadirles otras cosas. Por sobre todas las cosas, sé amable contigo misma.
Nutrición: Puede parecer simple, pero comer bien es una parte importante de tener suficiente energía para lidiar con la situación. Asegúrate de comer lo suficiente a lo largo del día. Concéntrate en alimentos sanos que te hagan sentir bien y te mantengan hidratada. Halágate con algo especial.
Ejercicio: Sal afuera a caminar, correr o andar en bicicleta. Continúa con tu programa de ejercicios, ya que estos pueden aliviar la depresión y la ansiedad. Prueba meditar, practicar yoga y concentrarte en la respiración.
Sueño: Trata de dormir por lo menos siete horas cada noche para recargarte. Apaga los aparatos por lo menos una hora antes y prueba meditar, técnicas de respiración, escribir un diario o leer algo que te relaje y te ayude a conciliar el sueño.
Tómate un tiempo: Tómate un día de vacaciones del trabajo por tu salud mental. Haz una pausa con los aparatos y comunidades digitales donde hayas padecido violencia. Realiza tus quehaceres, si eso te hace sentir mejor, o quítate de encima tu lista de tareas. Siéntate al sol, contempla la luna.
Alivio del estrés: Mira tus películas preferidas, date un baño con aceites esenciales relajantes, prepárate una taza de té de hierbas sedantes, date un masaje, date permiso para llorar, comienza a escribir un diario personal, escribe poesía, pinta, toca la guitarra, sube la música y realiza un baile privado, téjete unos calcetines cálidos, cava la tierra y planta flores.
Levantar el ánimo: Abraza a las personas que quieres. Juega con animales. Marca sitios que te hacen sentir bien para que puedas volver a ellos cada vez que necesites alivio. Envía tus favoritos a ideas@takebackthetech.net, y los compartiremos.
Apoyo social: Comunícate con tus amistades y familia y busca a una persona que puedas llamar o visitar cada vez que la necesites. Administra tus relaciones de modo que puedas equilibrar el tiempo privado y el tiempo social y no te sientas presionada a estar con conocidos o personas negativas. Busca comunidades en línea que comprendan lo que te pasa.
Cuidado profesional: Es importante reconocer cuándo necesitas ver a un/a médico/a, terapeuta o sanador/a natural. Considera también encontrar un grupo de apoyo para mujeres que enfrentan violencia.
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