Entrevista a Luciana Peker: “Feminismo es una agenda de transformación social”

Luciana Peker se retrata en una foto. Es una mujer de cabello cafe obscuro, y largo, más abajo de sus hombros.  Está sonriendo con vista hacía al horizonte y arriba, mano levantada a la mejilla de su cara, con sonrisa grande y boca abierta. Viste una camiseta verde con aretes grandes y pulseras de muchos colores. En el fondo contra pared hay seis ramitas de flores color rosa pálida con hojas verdes, colgadas cada rama de manera deocrativa, hojas y pétalos hacía abajo.

Autor

Florencia Goldsman
Publicado el: 1 March 2024

Luciana Peker es una periodista activista argentina especializada en género. Entre 1998 y 2019 formó parte del equipo del suplemento semanal Las 12 del periódico nacional argentino, Página/12. Es columnista de género en Radio Nacional y formó parte del colectivo Ni Una Menos. Tiene más de 20 años de trayectoria en periodismo de género. Una periodista referente en temas como el aborto y la violencia sexual hacia las mujeres, publicó los libros: “La revolución de las hijas”, “Putita golosa”, “Sexteame” y “El amor es o se hace” que está por salir.

¿Por qué consideras hay que ponerle atención a la violencia digital?

A mí me parece que la violencia digital logró frenar la gran revolución del siglo XXI que se levanta desde las mujeres y las diversidades. Lo que se llama la cuarta ola feminista, la liberación de la palabra desde Francia hasta hasta Argentina, que fue la ola que se puede conocer con el nombre del #MeToo en 2017. En realidad creo que empieza históricamente el 3 de junio de 2015 con Ni Una Menos que además tiene mucha importancia porque empieza desde el Sur y, si bien está bien esta violencia digital también existe Europa, nuevamente se reproduce lo que pasa en la violencia de género, que aún en países con mayores estándares democráticos y con mayores estándares de desarrollo y de economía más estable aún así hay violencia sobre las mujeres que las hace volver a silenciarse. Después de un claro momento histórico que fue una ventana de apertura a poder contar de diferentes maneras de qué manera éramos violentadas permanentemente y como esa violencia generaba inhibición en el trabajo en la sexualidad en los viajes, en la diversión, en el deporte, en la política.

¿Ves un retroceso en esas revoluciones y mareas?

Ese momento de apertura se terminó, creo que hay que entender claramente que es un pos #MeToo y que además una herramienta clave en que las mujeres puedan hablar, que son las redes sociales y que tiene un sentido porque si bien las mujeres escribíamos hacíamos películas o escribíamos en diarios, eso era reducido en cantidad y siempre con muchísimos obstáculos. Las redes generaron una democratización de la palabra de las mujeres y una sensación de "bueno acá podemos hablar", o sea: las mujeres tuvimos una herramienta nueva la usamos y nos sirvió muchísimo. Y claramente los hashtags muestran como esa fue una apertura para las mujeres: #NiUnaMenos, #MiPrimerAcoso en Brasil, #MiPrimerAcoso en México y Colombia, #Cuéntalo, #YoTeCreoHermana y de hecho también ahora, incluso durante el 2023, pero esto se acabó. Eso muestra hasta qué punto las mujeres tomamos pero las redes sociales que no son neutras, no son orgánicas, no es que es un pedacito de cielo. Son empresas que responden a los intereses de sus dueños y sus dueños responden a intereses de lo que quieran. Me parece que se dieron cuenta que el feminismo no era una agenda que solamente quería empoderar un sector, sino que es una agenda de transformación social y que esa transformación social, además se usa como una lucha histórica por otras causas sociales y que por lo tanto se transformó, o fue transformando otras realidades. Muestra que la lucha sirve, que es un eslogan muy importante, que lo que hace es sacar de la apatía que existe en este momento para  mostrar que la lucha puede generar transformación. Es una herramienta política más allá de que consigas el aborto, no se trata de sólo mostrar que puedes conseguir aborto legal en caso de Argentina, de Colombia, de México sino que a través de la lucha podés conseguir que tus herramientas de transformación sean otras y eso claramente se intentó mitigar y apagar, y creo que con éxito. Hoy las mujeres ya no somos visibles, hoy las mujeres ya no tenemos libertad, hoy las mujeres hemos sido violentadas en lo íntimo, en lo personal. "Ah ¿ no querés ser acosada? entonces vas a tener sexo como yo quiero", "entonces voy a mostrar todas tus fotos y tus videos sexuales y vas a seguir siendo una puta".

¿En qué otros espacios verificás este fenómeno?

Si vemos todas las series también en Netflix desde un par de años a este, ahora todas las mujeres son acosadoras, violadoras, violentas y asesinas. Eso responde también a lo que pasa en redes sociales. Pasamos a denunciar el femicidio, el acoso, la violación como causas sistemáticas y de repente nos dicen que somos todos nosotras acosadoras. Entonces lo que creo es que no solo es intimidante peligroso, jodido a nivel personal, sino que ha logrado callar al movimiento. La violencia digital ha sido la gran  herramienta para hacer callar y retroceder al movimiento de mujeres, el movimiento de diversidad a los derechos sexuales y además algo que es todavía más grave porque no es solo que callan a las mujeres. Sino que las mujeres y las diversidades fuimos el único poder transformador del siglo XXI entonces callando a las mujeres, hay varones que pueden ser menos de derecha, creer más en la justicia social, en la distribución de la riqueza, creer en la defensa del ambiente, pero esos sesgos solamente van a atajar un mundo un poco menos peor, lo cual no es poco para mi atajar. Cualquier reducción de daños está bien, pero el movimiento transformador es el de las mujeres. El movimiento que se enfrenta a un neofascismo que claramente en Argentina, en España, en Hungría, en Polonia crece en Brasil y en Estados Unidos más allá, en qué momento y en qué países ganan elecciones o no. Pero son movimientos que los vemos en Chile, también en Colombia creciendo fuertemente. Entonces el único movimiento que se contrapone a ese neofascismo es el movimiento feminista y por lo tanto esa violencia digital responde sistemáticamente al que Tea Party, al grupo Lima, a Vox a las a las fundaciones que el nombre de la "libertad" lo que quieran es cercenar la libertad de las mujeres financieramente, económicamente, políticamente y hoy están ganando la batalla. 

¿Qué nuevas formas de censura o intentos de silenciamiento puedes identificar?

Los hallazgos son que la percepción que tenemos, pero que ya están demostrados, es que las mujeres ya fuimos silenciadas. Pasa el mismo efecto que parecía que el empoderamiento de las mujeres iba a hacer que crezca la participación política y hoy las mujeres no solo son expulsadas de la política, sino que no es que lo que hace falta es invitarlas, sino que las mujeres se han retirado de la política, se han corrido porque las condiciones son tan adversas y de costos tan altos que las mujeres están dando un paso al costado. Hice un título sobre este tema que se llaman "Mujeres que se corren de los lobos", o sea obviamente en homenaje al título de "Mujeres que corren con los lobos". Hoy estamos corriéndonos. El costo de la exposición pública es altísimo y por supuesto está la violencia digital de poner los datos personales, está la violencia digital especialmente registrado en un informe de Sandra Chaher, está puesto en mis artículos sobre muchos países y de cómo especialmente en Argentina y en Uruguay se ataca el cuerpo.

¿Cómo es tu registro sobre estos ataques?

Lo vivo y lo viví muchísimo. Por supuesto que eso genera grandes costos personales y además también algo muy importante: si en general los que atacan son varones de ultraderechas, los varones que pueden tener ideas más similares a las mujeres, que en términos generales serían de izquierda, progresistas, populares, peronistas, del campo popular, etcétera, también generan esos ataques o los legítiman, los atacantes no se oponen a sus opiniones. Las mujeres son mucho más atacadas que los varones y los varones conservan ciertos estándares en que son respetados. Por ejemplo en Argentina lo que está pasando es que los que quedan consagrados como los periodistas que pueden ser opositores a un gobierno de ultraderecha son todos varones. Se quedan con la legitimación de la palabra, con la legitimación laboral y con la legitimación económica. Entonces esa violencia hacia las mujeres sí genera descrédito y si buscan en los programas o canales que están en contra de Javier Milei, se buscan también cuerpos hegemónicos, hay excepciones, pero las excepciones son eso: excepciones. Las mujeres, básicamente, hemos tenido que cerrar redes con lo que también implica eso como por supuesto perder trabajo y las que no lo hacemos o cuando no lo hacemos, los costos son altísimos. Cuesta, además, que las otras mujeres o las personas que piensan parecido se den cuenta el costo que hoy tiene esa exposición pública y por lo tanto eso también desalienta la participación en redes.

¿Cómo cambia el panorama a la hora de querer informarnos?

Creo que hay que entender que las mujeres ya fueron silenciadas, pero que a la vez la gente hoy si llega incluso a un artículo periodístico llega a través de Twitter o de Instagram o de TikTok. La gente no abre el diario y va a buscar las notas feministas. La gente abre Instagram y quiere ver que lee dentro de su timeline. Entonces aún cuando hablemos de medios que se difunden a través de esas plataformas, siempre estamos hablando de redes sociales. Casi ya no hay comunicación por fuera de las redes sociales o que la gente se pueda enterar por fuera que mantenga consumos que no sean estimulados o dirigidos a través de las redes sociales. Creo sí que hay que hacer una estrategia, además, primero para hablarle a las audiencias, a las mujeres, también a los varones de cómo consumir periodismo, de cómo no atacar, de cómo Twitter no es una asamblea abierta para andar criticando, de cómo no sumarse a los ataques violentos, que entiendan que hay operaciones. Por ejemplo con Ofelia Fernández que después de Cristina Fernández (vicepresidenta de Argentina) fue la mujer que sufrió más violencia política en Argentina. Eso generó que hoy Ofelia Fernández no tenga ningún cargo después de estas elecciones, ha sido además, sin ser candidata a nada, quién más llevó la voz de las mujeres y de las jóvenes en la campaña electoral del 2023, pero además no hay ninguna otra joven que esté representada ni en la política en Argentina ni en el ámbito legislativo ni en el ámbito Ejecutivo que no sean mujeres de ultraderecha que han tomado ese lugar como Lilia Lemoine.

¿Qué efectos tienen estos ataques?

Esto implica que la violencia política no tiene solo efecto para quien la padece, que tiene enormes repercusiones en la salud física, en la salud mental, en las relaciones, en el costo con la familia y a veces es si somos madres con nuestros hijos, en el caso de Ofelia Fernandez fue con su madre cuando ella es hija. De hecho para mí es parte del libro fundamental "La revolución de las hijas" sino que también tiene una enorme costo social a generando violencia contra Ofelia Fernández, se frenó la llegada a la política real de muchas adolescentes que tuvieron, que pasaron de ser menos del 10% presidentas en los centros estudiantes, cuando estaban ocupando enormes lugares de representación dentro de la militancia juvenil. Pero esa militancia juvenil con la violencia a una persona se frenó, sin embargo no hay una lectura de la dimensión que tiene. La gente no decodifica las operaciones contra las personas, terminan diciendo a  "a ver si es cierto". La gente se cree las fake news, no hay un cuestionamiento. Y también digamos la idea de lo colectivo, es una idea que la derecha usa para ser verticalista, entonces lo que quiere decir es que a la derecha le interesa el verticalismo y ataca de forma vertical también. Una cosa es ser horizontal y colectivo en las formas de construcción política y en las formas de pensar en la sociedad sin líderes mesiánicos o sin liderazgos autoritarios y pensar en procesos más colectivos. Y otra cosa es aplanar los liderazgos y además no comprender que la derecha si ataca señalada sería señalando a una persona para frenar fenómenos colectivos. Este caso se mezcla con muchas mezquindades, egoísmos que no quieren reconocer esos lugares de liderazgo naturales o de exposición pública o de cantidad de seguidores, de impacto, que deja muy solas a quienes están en esa primera línea de exposición virtual. Es necesario generar campañas con las audiencias para bajar la violencia, Implementar las políticas de cuidado que tenemos que aprender de toda la experiencia maravillosa y ejemplar de las defensoras derechos humanos en Centroamérica y de sus estrategias de autocuidado y cuidado colectivo de protección para poderlas aplicar a lo digital, para poderlas aplicar así como se aplicaron en la primera línea defensoras ambientales Derechos Humanos a la primera línea tenemos que sumar a las periodistas, a las influencers o las voceras con voz pública.

Y tenemos que generar que la audiencia sea más solidaria, y además que la gente busque a las referentes, o sea, hoy estamos silenciadas. Qué hacemos para poder volver a tener voz, hoy volvimos a estar silenciadas.

¿Se te ocurren tácticas para realzar las trayectorias como la tuya? 

....para sumar a tu propia narrativa y disputar estos espacios en un panorama redes sociales que están cooptadas.

 

Sí, creo que hay muchas estrategias posibles, algunas que ya usamos, en otras que hay que usar. En esto también hay que ser muy vertiginosa, hay que ser muchísimo más rápidas, porque además realmente lo ultraderecha copia las estrategias del feminismo. Hacemos pañuelo verde, hacen pañuelo celeste. Decimos que las mujeres tienen que llegar al poder, generaron líderes de ultraderecha mujeres. Así con muchísimas cosas , dice por ejemplo, Agustín Lage “hay que dar la batalla cultural”. Entonces tuvimos un fuerte impacto en los libros, generamos best seller feministas y una cantidad de títulos editoriales que han cambiado completamente la vida de muchísimas mujeres, ellos salieron a disputar el espacio de la Feria del Libro, que es el espacio con el que se lanza Milei este año con esta base ideológica de la batalla cultural. Entonces creo que hay que apoyar a las mujeres para que sigan publicando y editando, eso no se puede dejar solo el mercado privado, más alla de que sea autogestivo, porque siempre hay machismo, hay que publicarlas.

¿Y en cuanto a los ataques que vemos por internet?

En cuanto a los ataques creo es que hay que generar más medios feministas que no sean personales, entonces no quedarse con la cuenta personal porque además la solidaridad de las mujeres con esos ataques tiene un límite, eso ya no se puede saltar por todas en todo tiempo y lugar. A veces se pide también que se sea solidaria con situaciones que no están chequeadas o que nos expresemos rápidamente con cosas que no sabemos cómo fueron hay que diferenciar lo que se denuncia en las redes de un chequeo periodístico, eso puede traer, por ejemplo apoyar tal causa de violación. Si yo no conozco la causa no la puedo apoyar porque justamente la seriedad del periodismo es tener un tiempo para el chequeo  ¿no? Entonces a veces sí podés pronunciarte por algunas cosas, pero creo que tienen que ver también sitios como de Chequeo feministas sobre causas, sitios que aunque se sepa quién es la directora o la periodista, pero que no sean personales para que el ataque no recaiga sobre las personas, eso se puede financiar de fondos hasta esto. Si hoy hay tanta violencia política sobre las políticas, que hagan un pequeño fondo en el que haya más lugares para contrarrestar estos ataques. Por supuesto creo que tienen que ver cursos y talleres de política digital, también un riesgo que veo es que la política digital puede ser que te cuides y ciertas herramientas hay que saberlas, pero hoy la gente no entra a los medios a buscar las notas feministas, sino las posteamos nos leen. Entonces yo también creo que hay que hacer un newsletter comunicando todas las notas feministas para que las mujeres les lleguen esos esos links. También entender que hay que hacer clickbait para que dentro de los medios se lean las notas de las mujeres. Algo muy importante es no dejar de leerlas. En general a la audiencia feminista le gusta más enojarse con lo que otros hacen mal que apoyar a los que hacen bien, entonces también se leen muy poco las notas sobre logros o de periodistas feministas les gusta más como la crítica que la que la lectura y hay que pasar al apoyo.

Creo que sí, hay que conocer herramientas de protección y de cuidado, no pedirles a las otras que se expongan, pero sí generar medios que puedan proteger. Hacer que haya sitios verificados para mostrar cuales noticias son fake y por lo tanto no compartirlas. Hacer defensa en el sentido de las mujeres y mostrar que es violencia, creo que también por lo menos en el escenario de Argentina tiene que haber más abogadas para litigar, tanto para denunciar los ataques, que hay buenas muestras de cómo se ha dado esto, como para que las personas que ejercen violencia político violencia digital tengan sanciones. Yo creo que el feminismo es un movimiento que va más allá del punitivismo y que además cualquier causa judicial tiene grandes costos para quien la denuncia. Pero en un momento de avance tan fuerte del ultraderecha, creo que hay que generar una gran base de causas que puedan volverse causas testigos para frenar la violencia digital porque si no nadie lo va a hacer. Creo que con toda la dificultad que también acarrea esto, con toda la dificultad para que no haya ni censura ni falta de libertad de expresión, hay que llegar a acuerdos que sean viables, creo que hay que hacer Congresos internacionales para que tanto Meta , TikTok como Facebook, Twitter o las redes que puedan surgir no permitan la violencia digital contra las mujeres. Hay muchos trucos como la causa judicial que yo denuncié hasta aprobado el uso del programa Nateo que es como una calesita que no muestra quién es el agresor entonces las redes te dicen bueno, "si a mí la justicia me pide yo doy el IP". Eso es mentira y en la causa de la denuncia que yo hice está aprobado, entonces creo que habría que unificar qué denuncias están haciendo hoy sobre violencia digital ver cuáles son los trucos que están haciendo y exigirle de modo transnacional, porque no se puede hacer país por país, sin que corra riesgo la libertad de expresión ni que se pueda ejercer censura, sí haya recursos desde por ejemplo el Parlamento de la Unión Europea desde el MESECVI* que monitorea CEDAW en toda América Latina se den pautas a las empresas y se pida concretamente que frenen con estas políticas de ser completamente friendlys hacia la violencia digital a las mujeres.

*El MESECVI es el mecanismo a cargo del seguimiento a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer "Convención Belém do Pará".


¿Podemos afirmar que la violencia es parte del modelo de negocios de estas plataformas?

Creo que es así, una se da cuenta y vos en tu posteo persona dejas que haya agresión, cosa que a mi no me gusta, las otras ven como te están agrediendo y ese posteo tiene una mayor repercusión, entonces es parte de su modelo de negocios la violencia, pero además es parte del modelo de negocios de una política de monopolios empresariales. Sin lugar a dudas el modelo de Javier Milei, como el de otros, nunca hubiera sido posible sin una violencia digital predeterminada, planificada y financiada, porque los costos son carísimos, porque las mujeres trabajamos en la Argentina lo puedo decir aún los que tenemos más exposición pública sin saber cómo casi darle de comer a nuestros hijos, aunque seamos de sectores medios, con una precarización absoluta con una vulnerabilidad económica absoluta y con una convicción y corazón. Por supuesto que en una orquestación financiada que está en el libro Ofendiditos de Lucía Lijtmaer, ella cita el dinero oscuro sobre cómo es la financiación del ultraderecha y con muchísima planificación. En la causa que yo denuncio muestro como el 2018 que fue el auge de la Marea verde en Argentina y después se sube el auge de la denuncia de Telma Fardin que yo acompañé y publiqué como periodista defensora de derechos humanos contra el abuso sexual en Argentina, se empezó una planificación en donde están directamente involucrados, quienes llegan al poder. Imaginémonos en 2018, 2023 son las elecciones cinco años después para atacar a las personas sistemáticamente. Por otro lado claramente el modelo comunicacional, y no es porque lo hagan bien no es porque son genios que bueno, vamos a reconocerle que saben manejar las redes y nosotras somos trogloditas analógicas señoras grandes que no sabemos apretar un botón. No, porque hemos tenido muchísimos éxitos, muchísima repercusión social, muchísima incidencia en la transformación de la vida de las personas como yo creo que ningún fenómeno cultural en estos años de cambios enormes. Si no, porque hay una violencia sistemática planificada y programada, y además un el eje de las mentiras, el eje de la violencia, el eje del silenciamiento que ni siquiera es decodificado porque quienes no comparten sus ideas y si comparten, las ideas, feministas o progresistas o populares y que por lo tanto ha sido exitoso. Pero ha sido exitoso, no en base a su inteligencia para manejar las herramientas digitales sino en base a la planificación de la violencia.

¿Podemos prepararnos? 

...Porque evidentemente nos tocan unos unos buenos años por venir en los cuales esta metodología de ataque va a seguir sucediendo, hasta se pueden naturalizar con estos niveles de violencia.

Creo que las redes no se pueden abandonar y que de hecho, por eso hay que fomentar que haya medios feministas. Incluso hay que cambiar las estrategias por un lado, puede haber medios que no tengan firma para que las mujeres no sean atacadas. Por otro lado, trabajamos tantos años para que las mujeres tengamos firma y nombre propio que apoyar el nombre propio también, pero una estrategia no quita la otra. Hay personas que pueden elegir una cosa y otras, otra y hay momentos para cada cosa también. Si a lo mejor alguien está en riesgo o no quiere sufrir más violencia, uno puede hacer de una manera o de otra, pero de todas maneras especialmente para denunciar y respaldar a las mujeres que sufren violencia digital o violencia política tienen que haber más medios que no sean las cuentas personales de las personas porque eso ya no se puede sostener, que solo sean personas individuales que son fácilmente atacadas. Sí creo, hay una nota que escribí que se llama "Necesitamos una sociedad de poetas vivas", era en relación a la muerte de Sinead O'Connor. Creo que hoy a escribir para las mujeres tiene un enorme costo, en donde tuvimos toda una generación de mujeres que escribían y el gran costo era quitarse la vida. Hoy hay que sostener esta sociedad de poetas vivas y cuando hablo de poetas hablo también de mujeres que pueden ser influencers, que pueden ser divulgadoras sexuales, que pueden ser comediantes, que por supuesto pueden ser periodistas, que pueden ser escritoras, que pueden hacer podcasts, que pueden hackear medios. Pondría en la frase poetas vivas, una gran cantidad de mujeres con voz propia y creo que hay que sostenerlas. Entonces hay que, si hacen un show una obra de teatro, ir a verlas, si hay una película estrenada por mujeres, ir a verla, si hay, por ejemplo un podcast que se hace en vivo un ejemplo exitoso como "Deforme semanal" con Lucía Lijtmaer e Isa Calderón ir a verlas. En muchos casos, hay hoy una gran cultura de la charla, con la oralidad, ir, llenar esas salas. A las mujeres, creo que es un gran desafío más allá de todo lo que hablamos sobre la sororidad por sobre la competencia tradicional, Creo que  en el 2023 ese es uno de los fracasos: que las mujeres les cuesta reconocer el capital intelectual de las otras mujeres, incluso con mujeres muy admiradas después por cualquier cosa, incluso por alguna diferencia que es legítima, son vapuleadas rápidamente. Mientras los varones se sostienen como referentes intelectuales racionales en el tiempo. Entonces hay que sostener a las mujeres, hay que pedir en los circuitos culturales como el de la Feria del Libro y otros que haya mujeres. Por supuesto que esas mujeres tienen que ser muchas, creo que se puede conjugar las dos cosas: que sean muchas y que se editen más mujeres, pero también que pueden permanecer en el tiempo. Las mujeres no pueden estar de modo un año y descartarlas en el otro, porque hay que cumplir con un cupo, porque ya pasó de moda como "ahora no está de moda el gris, sino el rojo". No, hay que sostener. Creo que los libros han tenido una incidencia histórica y un impacto en las personas, lo vivo en lo personal, de personas que me cuentan que han salido de la violencia, que se han separado, que han empezado a disfrutar más sexualmente, que han abierto la pareja, que han salido de la violencia que han contado que son lesbianas a sus familias, que han experimentado el goce a partir de leer los libros. 

Creo que hay fomentar espacios fuera de las redes o los newsletters. Hay muchas mujeres que ni siquiera son periodistas independientes o de medio feministas, sino que trabajan en medios tradicionales, pero antes si la nota entraba en la edición de papel, entraba en ese corpus. En cambio ahora lo que hacen los medios, los portales, es ponerlas esas notas en último lugar de la web entonces aunque trabajes en medios que sean de los más leídos de los países o de la región, tú nota no es leída. Bueno, hay que hacer clickbait para que los medios entiendan que esas notas tienen que ser leídas. Tienen que ser compartidas porque a veces si entramos al portal directamente no la vamos a ver la nota porque está muy abajo muy escondida. Entonces hay que compartir los links para que las mujeres sepan entrar esas notas, hay que bancarse respetar y admirar a otras mujeres. Parece obvio, pero no lo es y permanentemente lo vemos en los posteos en las redes. Bueno, digamos el esquema de la red social , como vos decías, es el esquema de la violencia, el contrapunto de la polémica pero eso demuestra que no fue más democratizador porque si gana alguien como Javier Milei, que niega la brecha de género, que hay una premio Nobel en este año y que por lo menos en lo personal en Argentina escribo desde hace 15 años sobre brecha de género es que no importa todo lo que digamos, escribamos nos dicen, no es cierto. Es la referencia más fuerte que las mujeres mentimos, aunque sean cifras demostradas oficialmente por los estados por las Naciones Unidas, por nuestras notas, por las investigaciones por el Premio Nobel "ustedes no tienen razón" ¿eso qué es? "vos sos loca", "vos sos mentirosa y anuncias un abuso" o "si decís que ganas menos" y que una vez se muestra el nivel de retroceso que hay. La idea de la confrontación de las redes es una idea, que vamos a decirlo en términos muy argentinos en el que las mujeres "se comen la curva", o sea, también entran a los posteos de escritoras, de periodistas feministas para decir "Ah, pero esto y por qué no faltó esto", para agredir permanentemente. Eso es comerse la curva de un sistema que entonces es legitimado al también de legitimar la palabra de las periodistas. Yo no creo que ha sido fructífero, si vemos que hoy puede existir un retroceso de que nuestra palabra queda deslegitimada de modo tan brutal, como decir que no hay brecha de género, cuando las mujeres ganamos 25% menos y hay por lo menos 200 notas en lo personal escritas. Eso demuestra que eso que supuestamente es un debate legítimo no fue debate legítimo, fue descalificación. Entonces esa participación en redes es como un caramelo que, en general a las personas les gusta mucho porque se sienten muy activas, pero que lo que ha generado es un efecto muy nocivo. Entonces puede haber participación, pero básicamente leamos con respeto que la participación sea más positiva, porque no estamos participando en lugares, seguros. Estamos participando en redes de quienes nos quieren calladas, no alimentemos eso. La gente también hoy siente que su estado de WhatsApp es un medio, pero no es cierto que eso tenga tanta incidencia.


Y creo que eso hace que. quienes comunicamos las periodistas las comediantes las actrices, las cantantes. etcétera, tengamos hoy menos apoyo. Porque la creencia es "pero yo hago esto, yo elijo lo otro" y eso no ha sido democratización, eso ha sido aplanamiento y ha sido destrucción de las voces legítimas. Por ejemplo, si en mi caso soy periodista hace 25 años, si todo el tiempo cualquier nota genera discusión tu palabra queda mucho más legitimada que antes cuando había una valorización de ese espacio de poder decir, digas lo que digas, trabajes lo que trabajas tengas la trayectoria. Creo que trayectoria es otra palabra clave, hay que avalar las trayectorias porque justamente, incluso el periodismo es un oficio que tiene la posibilidad de equivocarse, o sea: nadie dice que no te puedas equivocar y a mí muchas veces sí me ha mandado, por ejemplo mails, en mi email laboral o profesional o me han escrito por DM digamos de forma muy respetuosa para decirme "mira este dato, fíjate esto" de forma muy respetuosa y eso me parece bárbaro. Si hay algún error y la corrección es respetuosa sí hay un intercambio muy valioso y yo siempre lo agradezco muchísimo. Pero lo que lo que propone la red es la "pica" y la pica general descalificación y esa descalificación ha sido nociva porque finalmente aunque haya tanto volumen en el peso de lo que decimos ese peso y puede ser fácilmente descalificado. Y de alguna manera salpican las redes ayudó a eso yo. Creo que la trayectoria tiene que ser valorizada, a la vez la trayectoria tiene un engaño, pero el único valor no tiene que ser la trayectoria porque si no las más jóvenes estarían atrás. También hay que valorar e impulsar las voces nuevas, hay que tener estrategias diversas. No es un solo camino, sino estrategias diversas. Hay que fomentar a las jóvenes sin que tengan trayectoria, pero a la vez valorando que sea su voz la que importa, pero hay que sacar el bardeo de las redes, la agresión, la descalificación. Eso no es algo inocuo, ha contribuido a la estrategia machista de la descalificación de las voces de las mujeres.

Fuente de la fotografía: Wikipedia
Descripción de la fotografía: Luciana Peker se retrata en una foto. Es una mujer de cabello cafe obscuro, y largo, más abajo de sus hombros.  Está sonriendo con vista hacía al horizonte y arriba, mano levantada a la mejilla de su cara, con sonrisa grande y boca abierta. Viste una camiseta verde con aretes grandes y pulseras de muchos colores. En el fondo contra pared hay seis ramitas de flores color rosa pálida con hojas verdes, colgadas cada rama de manera deocrativa, hojas y pétalos hacía abajo.