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Lizbeth Rivas
“Las bonitas no estudian Sistemas” es una frase que viví escuchando en los pasillos y salones de la universidad a lo largo de 5 años. Era una frase común en el primer día de clase, cuando todos están confundidos de aula, entran a clases equivocadas y más de una chica atractiva entraba por error a nuestro salón.
 
Por ese mismo suceso, cuando mis compañeros veían una chica bien arreglada dentro de una clase decían: “Ella no puede ser de Sistemas, se equivocó de salón”. Lo más “feo” —por llamarle de algún modo— de la frase es el filtro, la clasificación que se elabora en cuestión de segundos de considerar a una chica bonita o fea y relacionarlo con su capacidad para poder o no hacer algo.
 
Eso me hizo preguntarme si acaso existe un estándar físico que dicte qué carrera deben estudiar las chicas que lucen de cierta manera y es que no existe más que en las mentes de las personas. Sin embargo, el uso de esta y otras expresiones del mismo tipo hacen que se forme una barrera y que, intrínsecamente, las chicas se dobleguen ante diversos retos y no exploten el potencial que poseen; que se generen rumores acerca de cómo algunas chicas aprueban las materias difíciles e incluso que más de alguna se replantee si en serio es esa la carrera que debe estudiar o debe perseguir otro sueño.
 
Ciertamente, hoy en día las mujeres se están abriendo paso en el área de tecnología, área que durante mucho tiempo se creyó exclusiva para hombres, cosa que quizás a muchos aún les cuesta creer y muchos se extrañan que existan buenas profesionales en esta área.
 
Desde mi experiencia personal, el tip más importante que puedo brindar para eliminar los estereotipos a través de la inclusión de las chicas, especialmente en los salones de clase, es que NO SE CIERREN, es decir:
  1. No apliquen filtros: no juzguen a la primera;
  2. Escuchen ideas: todos tenemos algo importante que decir, también las chicas;
  3. Estén dispuestos a aprender: una de las cosas más difíciles para algunos chicos, en algunas ocasiones que he vivido, es aceptar que una chica les ayude con algo que no entienden o sepa algo que ellos no saben; sin embargo, yo creo firmemente que todos podemos aprender de todos.
Con todo, los estereotipos no son un mal exclusivo del área de tecnología, es un mal en diversas ramas en el cual todos hemos caído, vamos por ahí aplicando un molde a todo lo que vemos; sería bueno recordar más a menudo la famosa expresión: “No juzgues un libro por su portada”.