Invitación al Círculo de Aprendizaje Feminista con título "Menú para mitigar la desinformación de género: Tácticas prácticas para nuestras luchas" Enseña a mujeres diversas ante un puesto de comida, pidiendo de un menú sabroso de opciones para enfrentar la desinformación. Imágen dibujado al estilo de un comic.

Author

Florencia Goldsman

Durante los 16 días de activismo nos encontramos a profundizar sobre qué hacer cuando enfrentamos tácticas desinformativas en un Círculo de Aprendizaje Feminista. Con la comunicadora social Nathalie Espitia Díaz en rol de orientadora nos dedicamos a desguazar la problemática y poner manos en la masa respecto de algunas nociones y prácticas que nos sirvan como herramientas en nuestro cotidiano.

A diario nos enfrentamos a un permanente huracán de noticias y nuestro sistema cognitivo está en estado frecuente de alarma y desgaste. Se nos hace cada vez más difícil distinguir la procedencia de cada pieza de información, su legitimidad (¿qué fuentes la sustentan?) y su objetivo. Por eso decidimos abrir el espacio para aprender juntaes en un Círculo de Aprendizaje Feminista y pulir las ideas e inquietudes de  manera colectiva. Partimos de preguntarnos ¿cuáles son esas esas organizaciones chequeadoras o esas campañas de mitigación de desinformación que conocemos? Y ¿cuáles son los principales pasos a dar a la hora de mitigar la desinformación?

Cuando pensamos en casos vinculados a las defensoras de derechos humanos, que a la vez puede tratarse de personas con mayor o menor exposición pública, estamos viendo la creación de videos, como uno de los formatos posibles, y a partir de la selección de un momento privado en la vida de una persona se empieza a generar una montaña de desinformación de género, en las que se alude a prácticas  de su vida privada para quitarle cualquier tipo de de agencia frente al rol que la persona tiene en ese momento. “¿No, eso ocurre mucho también, por ejemplo, con las voceras de colectivas? Se cogen diferentes actividades que estas personas están haciendo en sus vidas privadas que pueden tener compartidas en sus redes sociales o que pueden ser simplemente personas que viven en las mismas ciudades, y se coge esa información que es parte de su vida privada para utilizarla en una campaña de desinformación y tratar de manipular esa información (por sexualizarla o quitar la agencia o capacidades de lo que esa persona puede hacer frente a eso)” explicó Nathalie y nos brindó algunos ejemplos para poder seguir pensando al respecto.

Después dimos una mirada analítica al problema, para considerar en cada caso cómo interactúan los siguientes elementos:

  • Escala: analizar qué es lo que está pasando y cómo el ataque de desinformación. Observar la naturaleza de la desinformación que se está esparciendo. Si es una desinformación que al momento circula solamente en un círculo cercano, por lo que tendríamos que evaluar también es si hacemos algo muy grande a nivel nacional, pues hay un potencial de causar de lo contrario: darle visibilidad a la desinformación que queremos paliar.
  • Riesgo: tener claridad sobre el/los adversarios y su potencial de agresividad para poder medir los riesgos que estamos dispuestas (o no) a tomar.
  • Relación circular entre discurso de odio y desinformación.
  • Protocolo de seguridad: el protocolo de seguridad siempre es muy importante, se relaciona con saber que cuando estamos lanzando una campaña de mitigación, o algún contenido de mitigación y cuáles son las redes que vamos a tener para apoyarnos, así como ayudarnos a diseminar o difundir esta información, pues también tenemos que compartirles ese protocolo de seguridad, de cómo proteger sus datos, su identidad
  • Capacidad actual: conocer nuestra capacidad de reaccionar o no, de qué manera podemos prepararnos para responder un ataque que podría escalar.

Antes de pasar a las prácticas también fue necesario compartir una mirada crítica la definición del fenómeno que retoma la reciente publicación sobre el fenómeno de desinformación en Paraguay, Ruido (recomendada), referencia a la profesora Claire Wardle (2020) y que es de las más usadas en el periodismo. Esta definición invita a entender la desinformación como contenido que se mueve dentro de un espectro de mayor a menor grado de falsedad y de mayor a menor intención de daño. Estos matices importan porque las responsabilidades son distintas dependiendo de dónde se ubica el contenido dentro del espectro.

A continuación tomamos en cuenta algunas tácticas desinformativas:

  • Selección caprichosa de la información,
  • Uso de personas con falso expertise para difundir un rumor,
  • Hipersexualización,
  • Exageración,
  • Contextos falsos,
  • Teorías conspirativas,
  • Imágenes adulteradas con Inteligencia Artificial,
  • Audios modificados mediante diferentes tecnologías,
  • Técnicas de doxxeo,

entre otros.

Siguiendo mencionamos la predominancia de ataques que detectamos sobre políticas, activistas y candidatas mujeres, así como muchas veces los ataques van dirigidos a las personas LGBTTIQ+. Por lo general, estas campañas agresivas se recrudecen en tiempos electorales, y viene acompañadas de diferentes manifestaciones de discurso de odio.

El bloque qué siguió estuvo dedicado a poner en el centro de la conversación algunas estrategias que conocemos o que podemos comenzar a usar para mitigar los daños que tienen las campañas desinformativas.

  • Verificación: realizar técnicas de verificación de contenidos.
  • Seguimiento de rumores: elegir una red social o más para dar seguimiento a un rumor y su expansión.
  • Pensamiento critico: fortalecer el pensamiento crítico de las personas que están consumiendo información o que están expuestas.
  • Contracampañas: pensar que, antes de iniciarlas, necesitamos contar con la capacidad (las personas) que son parte de las colectivas o que son parte de nuestra red porque vamos a necesitar para la creación de contenidos y los apoyos en caso de que aumenten los ataques, por ejemplo.
  • Contra contenido: crear contenidos muy específicos para contrarrestar o para mitigar lo que está haciendo una campaña de desinformación específica o adelantarnos inclusive a esas campañas que ya sabemos que están listas para salir cuando estemos generando, por ejemplo, contenidos para los 16 días de activismo o para el 8 de marzo.
  • Alfabetización mediática: crear contenidos para que las personas entiendan los diferentes conceptos que estarán alrededor de esto. Por ejemplo: explicarle a la gente que la mitigación que la desinformación de género, cómo se manejan internamente los medios digitales que usamos o explicar de manera crítica qué son las redes sociales. “Con recursos, guías, manuales, audios, vídeos para poder contarle a la gente cómo utilizar herramientas un poco más seguras o cómo hacer buenas prácticas a la hora de informar a la hora de comunicarnos entre nosotras”.
  • Contextualización y localización: de todas esos contenidos que estamos creando si es para un lugar específico pero que luego pueda ser replicado en una campaña que vaya a tener un impacto regional y que tenga que tener en cuenta.

Siguiendo el hilo de la verificación, Nathalie nos hizo pensar en dos vertientes de la misma: por un lado  pensar a nivel temático a qué temática refiere la noticia o pieza informativa qué está circulando y si podemos abarcarla, entender sus objetivos y discernir sus propias estrategias. Como la verificación de noticias (texto) es de las más usuales y conocidas nos propuso, por otro lado, herramientas en concreto para la verificación de las deep fakes, como por ejemplo:

- Detenernos en detalles: ropa, cambio de sonido, observar si es nítido o varía el fondo de la escena, observar las manos y sus movimientos, el cuello y sus (des)proporciones, seguir el movimiento de los ojos.

- En audios: uso de filtros, tono del audio (¿está la grabación “limpia”?, interpelación en el discurso (¿a quién le habla? ¿usa muletillas?).

Por último, después de repasar todas las subcategorías, formas y etiquetas que subyacen bajo el enorme paraguas conceptual de “Discursos de odio”, la orientadora del espacio nos ofreció practicar con posibles contra- campañas que podemos imaginarnos en un momento determinado. Para ello son importante estos componentes a delimitar:

  • Definir objetivo
  • Definir audiencia o comunidad
  • Temporalidad
  • Lenguaje
  • Personajes
  • Formato

Así mismo, probamos algunas herramientas para ensayar las contra campañas desde el humor, la irreverencia o la posible urgencia de dar nuestra propia visión del asunto. Creando nuestras propias imágenes con una herramienta gratuita de IA: https://www.craiyon.com/

Buscando voces reales para poder crear otros audios https://www.voicebooking.com/en / https://www.narakeet.com/ con posibilidad de acceder a diferentes idiomas, o en su defecto poner a andar una herramienta de reconocimiento de lenguaje como https://github.com/openai/whisper si es que tenemos que identificar algún mensaje que no nos es familiar.

Otra reflexión interesante que salió de este Círculo se relaciona con el tema de las contracampañas y  con la necesidad de crear contenidos que le den herramientas a las personas para que ellas mismas determinen en esos contenidos que en ese momento están en tendencia no porque son contenidos veraces sino porque apelan a la emoción o a la indignación y están consiguiendo imantar la atención. Entonces en vez de discutir con esos mismos contenidos, muchas contra campañas finalmente pueden caer en visibilizarlos precisamente, señaló Nathalie la relevancia de dar vuelta el juego.  Lo que podemos hacer es “generar diferentes contenidos en las que le da como herramientas a las personas o en las que ponen a dar mensajes desde la comunidad que está siendo víctima de esa desinformación. Podemos ver en el ejemplo de Perifa ,que es esta serie de cuatro 5 vídeos de diferentes personas hablando sobre autocuidado en épocas electorales, siendo personas negras LGTBIQ+ en Río de Janeiro. Esas personas nunca hablan de la desinformación, el discurso de odio del que fueron target, ni hacen referencia a una cosa específica que sucedió durante ese momento, sino que lo que dicen es yo me voy a centrar en darle herramientas a mi comunidad, a mí gente de cómo hacerle frente a eso y como cuidarse y cómo cuidar a las personas que están alrededor, que están pasando por esto”. Con esta idea de que podemos crear mejores contenidos frente a la desinformación, podemos encontrar una nueva oportunidad de narrarnos. 

“Que ellas y esas personas creen como esas comunidades creen desde sus propias narrativas, cuánto de sus propias estrategias y así no se le da más visibilidad a la violencia”.