Las normas y actitudes culturales sustentan la perpetuación de la violencia contra las mujeres (VCM) en formas ocultas y explícitas. Ocultas, cuando las actitudes sexistas y discriminatorias basadas en el género y la sexualidad se aceptan y refuerzan en la vida diaria. Por ejemplo, cuando se reenvía por correo electrónico un chiste sexista que refuerza la idea de que las chicas son ineptas en cualquier terreno, incluso la cocina. O cuando se juzga rápidamente el valor de una mujer por el color de su cabello o el de un hombre por lo bien que puede controlar a “su mujer” en el dormitorio.

Explícitas, cuando se utilizan la cultura y la religión como excusa para tolerar y aceptar actos de violencia contra las mujeres. Por ejemplo, los casos en que la policía ejerce violencia contra mujeres transgénero por transgredir los códigos “naturales” de género son considerados apropiados por quienes tienen el poder sobre la interpretación religiosa en la comunidad. O en el caso de las muertes por “honor”, cuando las mujeres son asesinadas por violar supuestamente los códigos de “honor” impuestos por las costumbres, que esperan que las mujeres vivan de acuerdo a determinadas ideas de moralidad y sumisión sexual al costo de su derecho a la autonomía y su capacidad de tomar decisiones personales.

¿Cuál es la función de las TIC?

Internet crea espacios donde se entablan conversaciones, se reúnen grupos de personas con intereses compartidos y la información prolifera. Esto significa que cada día, millones de usuarios y usuarias en línea intercambian y cuestionan las ideas sobre cultura, normas y prácticas. Las plataformas de redes sociales populares como Facebook también permiten la creación de grupos que apoyan o defienden ideas y normas culturales específicas. Esto hace que comunidades como las que abogan por detener la violencia coexistan con aquellas que discuten formas de efectuar una violación.

También hay prácticas culturales en el uso de la tecnología que están cargadas de ideas sobre el rol y valor de las mujeres y los hombres. Por ejemplo, se considera que las mujeres y niñas son usuarias pasivas con poco conocimiento sobre cómo funciona la tecnología, mientras se imagina a hombres y muchachos como la norma de desarrolladores, técnicos y hackers. Estas ideas ayudan a apuntalar la VCM relacionada con la tecnología como el hostigamiento en línea y el acoso cibernético. Por ejemplo, hay mujeres blogueras destacadas que regularmente sufren abusos y amenazas violentas que atacan su sexualidad y derecho a expresar una opinión, sobre todo cuando ésta se desarrolla en campos donde tradicionalmente los hombres han sido los expertos, como los juegos, la política y la tecnología. Muchas han decidido romper el silencio y avergonzar a sus abusadores publicando los comentarios abusivos con las etiquetas #threatoftheday (amenaza del día) y #mencallmethings (los hombres me dicen cosas) “para cubrir todo además de las amenazas — las calumnias, las fantasías de violación, los mensajes cargados de odio”. Las herramientas de internet para develar contraseñas y rastrear las actividades en línea suponen por lo general un público masculino o alientan una cultura de la vigilancia que avala el acoso cibernético. 

Ejerce tu derecho a participar en la formación de la cultura. Conócela, defínela ¡y exige el cambio!

   

1) LOCALISE-LA

  • Identifica los espacios en línea que alientan una cultura de VCM.
  • Estos pueden ser grupos de Facebook que propician la violencia sexual como los identificados por esta iniciativa  o foros y sitios web que promueven el sexismo y la discriminación por sus temas o representaciones de las mujeres y niñas.
  • Realiza una captura de pantalla del sitio
  • Documenta estos espacios enviando un informe al mapa de ¡Dominemos la tecnología!
  • Haz clic en “enviar un informe”.
  • Escribe una descripción del espacio y por qué crees que promueve una cultura de la VCM en línea.
  • En la categoría “tipo de VCM”, marca “VCM culturalmente justificada” y otras categorías si corresponden.
  • Señala en el mapa la región sobre la que se concentra el sitio o, si es global, el pueblo/ciudad donde estás (no anotes la dirección de tu casa ni tu calle, con una marca amplia será suficiente).
  • Sube la captura de pantalla como parte de tu informe.

2) COMPARTE TU HISTORIA

  • Si sufriste violencia culturalmente justificada en línea – como comentarios en tu blog que dicen que aceptes el abuso dirigido a tu género o sexualidad porque es parte de la cultura en línea, comparte tu historia.
  • Agrega tu historia al mapa, envía un informe siguiendo los mismos pasos mencionados arriba.
  • Revisa el mapa en busca de informes de casos y lee los testimonios.
  • Haz llegar tu apoyo dejando un comentario o compartiendo tu propia experiencia.
  • Participa en conversaciones e involúcrate apoyando una cultura libre de violencia en los espacios que ocupas en línea. 
  • Difunde el llamado, haz correr la voz. Si estás en Twitter, comparte tus pensamientos y reacciones. Usa también las etiquetas #mencallmethings y #threatoftheday para publicar los comentarios abusivos. Reúnete con otras usuarias que apoyen la creación de un entorno y cultura en línea basada en el respeto a los derechos y amplifica tu posición. Multiplica el llamado usando las etiquetas #dominemoslastic y #16días.

Participa y construye colectivamente un cuerpo de evidencias contundente para señalar la extensión de la VCM culturalmente justificada que ocurre en línea. ¡Haz visible lo invisible! 

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