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Tshegofatso Senne

Imagen de la tira cómica de Tunapanda Kibera:

Gracias, Swahiba, por compartir con nosotras. Ahora, estos son algunos de los pasos que pueden dar si enfrentan situaciones de violencia de género: 

No confrontes a la persona (ni en línea, ni de ninguna otra manera); corten inmediatamente todo contacto. Bloquea a los perpetradores en todas tus cuentas de redes sociales y cambia los ajustes de privacidad para evitar que tengan acceso a tus listas de amigos y amigas. Toma capturas de pantalla de los mensajes, imágenes y la información de perfil del atacante. Las pruebas pueden desaparecer muy rápidamente!

 Denuncia el abuso al proveedor de la plataforma, por ejemplo Facebook, Twitter, etc. 

Informa a las autoridades, por ejemplo, nuestro jefe, o ve al cuartel de policía. También puedes llamar a nuestro número de teléfono gratuito y nuestro equipo te guiará también sobre lo que puedes hacer y te pondrá en contacto con terapeutas que te prestarán apoyo. Cuando estés pronta, eres bienvenida a unirte a nuestro círculo de solidaridad entre mujeres. No te quedes en silencio, no hay nada de lo que avergonzarse. Recuerda, nunca es tu culpa. 

La comunidad de Kibera, en Nairobi, es uno de los asentamientos urbanos informales más grandes de la ciudad y se calcula que tiene una población de más de un millón de personas. Esta comunidad, al igual que tantas en todo el continente, se vio enfrentada a un aumento de la incidencia de la violencia de género debido a la COVID-19. En el corazón de esta crisis están las mujeres, sobre todo las que se encontraron confinadas con compañeros abusadores. Un elemento de este tipo de violencia del que se habla poco es el abuso que experimentan en línea. Tunapanda Kibera CBO es un emprendimiento sin fines de lucro que organiza cursos intensivos de 3 meses de tecnología, diseño y negocios en entornos de ingresos extremadamente bajos en África oriental, tales como Kibera.

La organización cree que amplificar la voz de las mujeres en línea ayuda a las mujeres a obtener la información que necesitan para navegar sin peligro el mundo digital y confrontar la violencia de género en línea con la cabeza en alto. La directora del proyecto y especialista en seguridad digital Risper Akinyi dice:  

El ecosistema de internet está ocupado predominantemente por hombres, tanto en cuanto al consumo, como a la creación. Haber participado en este subsidio de AWC-TBTT nos permitió generar conciencia y capacitar a mujeres de Kibera para que tuvieran los conocimientos digitales a fin de poder usar internet en forma segura. Así, se produce un avance en la representación digital de las mujeres de las comunidades económica y socialmente menos privilegiadas. El cambio más significativo que experimentaron las beneficiarias fue la conciencia de que ellas también pueden volverse creadoras de contenidos digitales, y no ser solo consumidoras. 

El proyecto tenía tres objetivos principales y el primero era generar conciencia y visibilizar la violencia de género perpetrada contra las mujeres de las comunidades económica y socialmente menos privilegiadas. Las mujeres que participaron son, en su mayoría, trabajadoras del sector informal: trabajadoras domésticas, vendedoras de alimentos, o propietarias de pequeños negocios, y todas viven en Kibera. 

La propuesta original del equipo fue capacitar a 20 mujeres, pero el número aumentó dado que hubo más mujeres inscriptas. Eso muestra que existe una enorme necesidad de este tipo de ambientes, que fomentan y profundizan el aprendizaje y la conversación. En total, fueron 35 mujeres de tres grupos diferentes las que recibieron la capacitación. El primer grupo estuvo compuesto por mujeres del Centro Feminista por la paz, los derechos y la justicia, una organización que se dedica a crear espacios seguros para las sobrevivientes de violencia sexual, a luchar contra las injusticias y defender los derechos de las mujeres. El grupo Power women, una organización que le enseña a las mujeres lo que necesitan para ser autosuficientes y liberarse de los estigmas del VIH para poder generar apoyo comunitario, y profesoras de las escuelas informales de Kibera.    

La capacitación duró nueve días en total y cada grupo objetivo contó con tres días con aplicación de las medidas necesarias de distanciamiento por la COVID-19. Las sesiones cubrieron diferentes tópicos porque el conocimiento y el grado de comprensión del espacio digital eran diferentes en cada grupo – desde básico, hasta intermedio. El grupo de mujeres feministas que tenían entre 20 y 35 años se expresaba y era interactivo, y debatieron sobre el espacio digital refiriéndose a campañas, activismo, militancia y seguridad. El grupo de mujeres Power cubría un rango etario ligeramente más alto, entre los 28 y los 60 años. El taller con ellas fue sobre sus necesidades en línea y de marketing, centrado en la creación, actualización, gestión y autoprotección en plataformas tales como Facebook y Whatsapp. El tercer grupo, las profesoras, tenía entre 20 y 45 años y su principal preocupación era no tener tanta inteligencia digital como sus estudiantes, por lo que identificaban la necesidad de cerrar esa brecha, dado que identificaban la importancia de capacitar a los niños y las niñas en relación a los dispositivos tecnológicos que utilizan, hablar sobre la seguridad y la necesidad de cuidarse, sobre todo porque la mayoría de los niños y niñas comparten sus dispositivos, o acceden a internet en espacios compartidos (internet cafés).

Estas mujeres recibieron formación en activismo digital, seguridad digital y violencia de género en línea utilizando diferentes metodologías tales como conferencias, debates y actividades participativas en grupos de trabajo. Pero, además, recibieron la información necesaria para navegar con confianza y sin peligro por el mundo digital. A través de lecciones de responsabilidad digital, insistimos en la necesidad de adoptar medidas prácticas para proteger nuestra privacidad y seguridad en línea. Las participantes aprendieron a navegar por las redes sociales, evaluar la fiabilidad de los contenidos, a entender las diferencias de perspectiva y motivación para diversos contenidos y eso las ayudó a darse cuenta de los beneficios de las comunidades y los recursos digitales, mientras las guiamos para que pudieran explorar sin peligros los escollos que pueden encontrar en su vida digital. 

Logramos generar un conjunto amplio de herramientas que nos ayudó a trasmitir los contenidos de manera eficiente. We were able to come up with a comprehensive toolkit that enabled us to deliver the content effectively. This es útil tanto para documentar el proceso, como para la capacitación que está en curso. 

Además de concientizar, el proyecto nos permitió enfocarnos en cambiar de actitud, por ejemplo, participar en el espacio en línea no sólo como consumidoras, sino también como creadoras”, dijo Risper. “Hay mucho más contenido local disponible en línea y más gente está respondiendo para frenar la violencia de género en línea. 

El segundo objetivo del proyecto era crear una comunidad de conocimiento y competencia en el área, para que las mujeres aprendan y compartan sus experiencias de violencia de género en línea. Esto se logró gracias a un audio documental que Tunapanda Kibera CBO produjo para Kibera y que presenta personas expertas y sobrevivientes de violencia de género en línea. Las participantes del documental compartieron sus experiencias. Risper subraya la importancia de ello:  

El objetivo de amplificar la voz de las mujeres en línea es brindarles la información que necesitan para navegar el mundo digital de manera segura y confiada. El audio documental destaca sus experiencias y trayectorias en el espacio en línea. Algunas mujeres que no se animaban a hablar en público o a hablar sobre algunos temas específicos, ahora lo pueden hacer. Hubo una recepción muy positiva en el debate sobre violencia de género, tanto por parte de las mujeres, como de la comunidad de expertos y expertas. Las mujeres se sintieron suficientemente vulnerables como para compartir sus experiencias entre ellas y formar círculos solidarios para darse apoyo. 

Algunas de las principales conclusiones que surgen del audio documental de las sobrevivientes y expertas es que las mujeres deben ser concientes de lo que comparten en las redes sociales, ser selectivas en relación a la información que comparten cuando aceptan citas en línea, que las mujeres son seres humanos con capacidad para tomar sus propias decisiones y que tienen que saber cuáles son las políticas y las leyes que las protegen. 

El tercer objetivo era crear una comunidad de conocimiento, experiencia y apoyo frente a situaciones de violencia de género en línea. Para lograrlo, se creó contenido visual y de audio en forma de podcast y una tira cómica. El material refleja el contexto y la experiencia local. El podcast presenta a la feminista y participante de la formación sobre violencia de género en línea Belinda Adhiambo, la directora de proyecto Risper Akinyi, la experta en ciberseguridad Winnie Akoko y la especialista en género y políticas de tecnología Mwara Gichanga. Los tópicos cubiertos son: 

  • Desenmascarar y desmentir algunos de los mitos y conceptos erróneos sobre la violencia de género en línea. 
  • Definición de violencia de género en línea. 
  • Debate sobre los diferentes tipos de violencia de género en línea y cómo se manifiesta. 
  • Las interconexiones entre la violencia de género en línea y fuera de línea. 
  • Los efectos de la violencia de género en línea. 
  • Seguridad digital para las mujeres.
  • Cómo deben responder las mujeres a la violencia de género en línea.
  • Quién debe asumir la responsabilidad del problema de la violencia de género en línea. 
  • La responsabilidad de la plataforma.
  • La experiencia con la violencia de género en línea.
  • Reflexiones a raíz de la alfabetización digital y la formación sobre violencia de género en línea. 

El podcast trajo varios aprendizajes, por ejemplo, que es necesario fortalecer las políticas existentes para incluir la violencia de género en línea, que se debe incrementar la alfabetización digital y que es necesario incluir a los hombres en la conversación para terminar con la violencia de género en línea. La tira cómica muestra experiencias locales de violencia de género en línea en un lenguaje simple y apunta a empoderar a las mujeres para que puedan protegerse con el conocimiento relevante, y compartir con sus amigas, familia, colegas y el resto de su comunidad. La tira cómica será compartida con centros feministas, los centros Power Women y las escuelas informales de Kibera. 

Al pensar en los logros de este trabajo, Risper dice: 

El momento más fascinante del proyecto, para mí, fue ver los efectos positivos de apoyar a las mujeres de mi comunidad haciendo oir las voces de las mujeres que vivieron situaciones de violencia de género y también sensibilizar más sobre el tema generando contenidos que estén disponibles a nivel local, que sean accesibles y que sean de comprensión y consumo fácil para cualquier persona de la comunidad.